200 bancos en todo el mundo ya han firmado los Principios de Banca Responsable
El 4 de diciembre es el Día Internacional de la Banca. Este año también hay que celebrar que ya son 200 bancos, entre ellos BBVA —que se encuentra entre los fundadores—, los que han firmado los Principios de Banca Responsable. Todos ellos forman la mayor coalición internacional de entidades financieras que trabaja para integrar la sostenibilidad en el corazón de su negocio, y alinearla con los compromisos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El 22 de septiembre de 2019, 130 entidades firmaron los principios en el marco de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI, siglas que corresponden a la denominación inglesa United Nations Environment Programme – Finance Initiative). Desde entonces el número de bancos que se han sumado a esta iniciativa ha ido creciendo significativamente hasta alcanzar actualmente el hito de los 200.
Como muestra de su magnitud cabe destacar que la coalición de entidades adheridas a los principios representa aproximadamente 53 billones de dólares en activos, más del 40% del sistema bancario mundial. Todos estos bancos juntos dan servicio a más de 1.700 millones de clientes en todo el mundo.
Los Principios de Banca Responsable fueron desarrollados en el primer semestre de 2019 por un grupo principal de 30 bancos fundadores, entre ellos BBVA, y son el resultado de un innovador programa de alianza global entre las entidades financieras y UNEP FI que ofrece un marco único para el desarrollo de un sector bancario sostenible.
Por otra parte, los principios ofrecen una guía para incorporar la sostenibilidad en todas las áreas de negocio de un banco, tanto a nivel estratégico o de cartera como a niveles operativos. De esta manera, ayuda a los bancos a seguir siendo competitivos, hoy y de cara al futuro, al tiempo que garantiza que su actividad aporta valor tanto a sus accionistas como a la sociedad.
Asimismo, este marco de actuación permite a las instituciones identificar dónde hay un mayor potencial para contribuir mejor a la sostenibilidad del planeta. Finalmente, el cumplimiento de estos principios también prepara a sus firmantes para aprovechar nuevas oportunidades de negocio en la emergente economía de desarrollo sostenible.