El crecimiento global se mantendrá débil en lo que resta de año
La economía mundial continuará con un crecimiento débil en 2019, que será más evidente en China y los países europeos. Esta situación refleja el aumento de las tensiones comerciales y la mayor incertidumbre que están golpeando de manera importante al comercio y la industria.
En un reciente informe sobre el seguimiento de la economía global, BBVA Research señala que el crecimiento mundial se desaceleró de manera significativa en el segundo trimestre de 2019 en Estados Unidos, China y la eurozona, ésta última impulsada por la contracción en Alemania. Este comportamiento se mantendrá reflejado en lo que resta del año, con claras señales de desaceleración de la inversión y la demanda interna.
"Los indicadores económicos disponibles hasta julio siguen decepcionando y los componentes adelantados de las encuestas de confianza no apuntan a un repunte de la actividad en los próximos meses", resalta el informe, en el cual se indica que la debilidad del crecimiento seguirá latente en el tercer trimestre del año con una tasa anualizada alrededor de 2,8%, frente a un promedio de 3,5% entre 2016 y 2018.
Los expertos de BBVA señalan que la escalada de la guerra comercial y la mayor incertidumbre están afectando las exportaciones mundiales y siguen deteriorando al sector industrial en todos los ámbitos, el cual también se ve debilitado por la desaceleración de la inversión.
Agregan que más allá de la volatilidad de los mercados, la fuerte caída de las ventas minoristas en julio sugiere que la demanda interna podría estar perdiendo impulso en todas las regiones, pues además, las encuestas evidencian una caída en los nuevos pedidos.
De acuerdo con BBVA Research, el panorama es especialmente sombrío en la zona euro, que se ve también afectada por la incertidumbre en relación con el 'brexit', mientras en China y Estados Unidos ya se perciben signos incipientes de estabilización.
En lo que respecta a la inflación, se mantiene relativamente estable en todas las regiones, con señales de moderación en los países emergentes y con niveles bajos en los desarrollados, especialmente en Europa. No obstante, advierte que el reciente aumento de los precios del petróleo, que parece transitorio, podría modificar la perspectiva de inflación en los próximos meses, aunque de manera moderada.
En ese escenario, los bancos centrales, tanto de los países emergentes como desarrollados, han flexibilizado su política monetaria, al tiempo que gana terreno en algunas regiones el debate sobre la necesidad de un mayor estímulo fiscal.